8.10.10

Oídos

Siempre nos quejamos por los ruidos molestos, o sonidos que no queremos escuchar, chismes que no queremos desmentir, personas que no paran de hablar. Hasta llegamos a levantarnos en ira porque simplemente, no podemos más escuchar eso que estamos escuchando. Mejor dicho, oyendo.

Sin embargo, a veces somos nosotros las voces que hablan, los sonidos que suenas, los ruidos que contaminan, los secretos que inundad, el silencio... y nos oyen. Algunos, nos oyen y escuchan, otros solo nos oyen, otros... bueno, otros tienen la capacidad de no oírnos. Y hasta no vernos.

Lo que quiero decir es, a veces la gente puede no escucharnos, ni siquiera oírnos, y ya no depende de nuestra voz, depende de sus ganas de oírnos. A veces los sueños no son más que sueños, imposibles imaginarios para gente mediocre, que nunca, nunca, los va a lograr porque, en la mayoría de los casos, qué somos - y seremos - depende de los oídos que quieran escucharnos.

Hoy me dijeron -indirectamente, obvio- que no. Peor aún, que alguien tenía un "sí". Y yo
recuerdo, muy claramente, cuando abrí mi boca, respire y moví las cuerdas vocales; pero no recuerdo el detalle, de que a esos oídos, ya los había cerrado otra llave.


If we hear, are we heared? Don't fucking think so.

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