Incompleto, rehacer.

¿Sabés qué? Estoy cansado de suspirar. Suspiro por esto y por aquello, y porque el Sol brilla, y porque escucho, y porque veo. Veo. También suspiro porque siento. Me gusta comer, me hace suspirar. También cuando puedo poner barquitos de papel en el agua, también cuando no puedo. Yo suspiro, yo qué sé, sólo sé que suspiro.

Raro es que suspiro cuando pienso en lo que soy. Pero no suspiro para bien, creo que suspiro para mal. Como si tratase de sacarme toda la mierda de adentro suspirando. No soy feliz. No soy feliz porque no soy una persona que se quiera. No me quiero. En cambio a vos sí te quiero. Somos felices, juntos. Suspiro cuando veo todo eso que no me gusta y todo lo que me gustaría ser.

Suspiro y con cada suspiro saco una gotita más de esperanza. Me siento como incompleto ¿sabés? Porque sé que soy algo, pero no me gusta mucho de ese algo, y yo quiero gustar. También pienso que siento que no estoy completo porque no quiero reconocer que mi totalidad es mediocre, que es burda, que es fea, que no me gusta. A mí me gusta tu totalidad, quizá la modificaría un poquito, le pondría un poco de mí, lo que me gusta, pero estaría dispuesto a vivir tus fallas, incorregibles con mis aciertos, sólo por ser cómo vos.

Algún día me gustaría estar completo. No sé vos, pero yo me siento a medio comer. Es que veo a todos los que están completos y... bueno, muchos no son completos lindos, son más bien mediocre, como yo ahora. ¿Y si ya estoy completo? Y me voy a quedar así de feo por siempre. No sé. No me quiero animar a pensarlo. Quiero estar completo para bien. No quiero ser mediocre.