31.5.11

Le petit prince

Que cosa rara eso de El Principito. Dicen que hay que leerlo en cada etapa de nuestras vidas, que cada vez que lo leas, le vas a dar un significado diferente. Bueno, intentemos dije, ya lo había leído de chico... go adolescence!

De chico mi interpretación fue bastante sencilla, si es que la hubo. El Príncipito era un niño rubio que una vez se encontró con un rey, un zorro y un aviador estrellado y les contó de las ovejas, los baobabs y los 44 amaneceres del aburrimiento.
Mi criterio fue un muy merecido:


Me surgió la preocupación cuando lo volví a leer (y aún no termino), la semana pasada. Le doy exactamente el mismo significado: príncipe, flores, baobabs, zorros, reyes, 44 amaneceres del aburrimiento, etc. Es que, si nos ponemos a analizar, la historia no se presta mucho al juego de las escondidas con esto significa aquello, y aquello esto, besides, no me gusta jugar esos juegos.

Quizás no pude encontrarle un "significado" diferente. Pero pude entender, lo que creo, antes no entendí. Quizás uno tiene que pasar por determinadas circunstancias en la vida para leer 3 palabras y darle algo más de valor que solo 'que linda frase'. Y ojo! no me hago en master de las sopas diciendo que yo las pasé todas (porque de frases lindas las hay y cuántas a mi alrededor), pero quizás ahora más adulto fui más empático con el pobre príncipe. Quizás no me maravillé tanto por sus aventuras, quizás me desesperé más por los problemas de los adultos, quizás me renegué con uno u otro planteo infantil, pero sigo esperando el momento en el que -después de muuuuchos años- pueda leerlo y maravillarme, como lo hice, siendo niño. Cuando no me sorprendían las frases lindas, cuando buscaba los dibujitos, cuando leía por leer y divertirme y no por entender y recordar, cuando cada palabra era una caja de sorpresas. Quiero eso, todo, de nuevo, cada letra, palabra y oración. Quiero eso, pero lo quiero sintiendo, y no pensando.


Quizás seas vos, puta pubertad, pero wow que me voló el cerebro esta frase cuando la leí.
¡Para ustedes, que siempre me pensaron un simple sombrero!






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